Países en América Latina que aplican la tarifa progresiva para el impuesto de renta a las empresas

La tarifa progresiva en el impuesto de renta a las empresas es una de las herramientas que se han implementado en otros países latinoamericanos, que como Colombia, enfrentan el desafío de diseñar un sistema tributario progresivo.

En Colombia aún no se aplica una tarifa progresiva para el impuesto a las empresas, a pesar de contar con una alta desigualdad de ingresos, patrimonio y utilidades empresariales. Según cálculos de Cedetrabajo, los ingresos de las personas jurídicas tienen un índice de Gini de 0,92, lo que está muy cerca de la desigualdad absoluta (1).

El sistema actual no refleja estas disparidades y grava a todas las empresas con una tasa uniforme, independientemente de su tamaño o rentabilidad.

Esta situación ha generado críticas y llamados a reformas por parte de organizaciones como ACOPI Bogotá Cundinamarca, quienes han abogado por la implementación de un impuesto de renta con tarifa progresiva en Colombia.

En contraste, otros países de la región han avanzado en la adopción de políticas fiscales que buscan una mayor equidad y progresividad en la tributación empresarial.

Tarifa progresiva en la región 

Argentina

En Argentina se estableció una tarifa progresiva para el impuesto a las ganancias de las empresas. Según lo establecido, las empresas argentinas pagan un 25% sobre sus ganancias hasta cierto umbral, y luego una tasa más alta sobre el excedente. 

Este enfoque permite que las empresas con mayores utilidades contribuyan proporcionalmente más al fisco, siguiendo el principio de progresividad en el sistema tributario.

Brasil

En Brasil, las empresas residentes tributan sobre sus ingresos mundiales, mientras que las no residentes lo hacen sobre los ingresos generados localmente. 

El impuesto sobre la renta de las sociedades se calcula a un tipo fijo del 15% sobre la renta imponible anual, con un recargo del 10% para las rentas superiores a cierto umbral. 

Este sistema combina un enfoque de tipo fijo con un recargo progresivo, lo que contribuye a una mayor equidad en la tributación empresarial.

Chile

Chile ha establecido diferentes regímenes tributarios para las empresas, con tasas impositivas que varían según el tipo de empresa y el régimen al que pertenecen. Por ejemplo, las micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes) pueden optar por un régimen con una tasa reducida de impuesto de primera categoría (personas jurídicas), lo que les permite retener un mayor porcentaje de sus utilidades para invertir y crecer. Esta diferenciación de tasas según el tamaño y la actividad de la empresa contribuye a una mayor equidad en la tributación.

Costa Rica

En Costa Rica, el impuesto sobre la renta de las empresas se calcula desde una tarifa base del 5% sobre la base impositiva, con un recargo que aumenta 5% para los umbrales establecidos, hasta el 30%.

Costa Rica además ha aprobado recientemente una ley que amplía la exoneración del impuesto de renta para las nuevas Mipymes durante los 3 primeros años y su reducción durante los 3 años siguientes.

Esta medida busca incentivar la creación y el crecimiento de nuevas empresas, al tiempo que garantiza una contribución fiscal justa por parte de las empresas.

Ecuador

En Ecuador, se ha establecido una tarifa general del impuesto sobre la renta del 35% para la mayoría de las sociedades, con una rebaja de tres puntos porcentuales para las micro y pequeñas empresas, así como para los exportadores habituales que mantengan o incrementen el empleo. 

Esta diferenciación de tasas busca apoyar a los sectores empresariales más vulnerables y promover la generación de empleo y el crecimiento económico.

Son varios los países de América Latina que han adoptado medidas para hacer más equitativa y progresiva la tributación de las empresas, mediante la implementación de tarifas impositivas diferenciales y otras políticas fiscales. 

En el caso de Colombia, existe aún la oportunidad de reformar el sistema tributario. La implementación de un impuesto con tarifa progresiva para las empresas podría contribuir significativamente a reducir la desigualdad y promover un desarrollo económico más inclusivo y sostenible en Colombia.

Tomado de: Más Colombia

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